Ya no somos amigos

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Compromisos digitales

Existen determinados ambientes en los que te ves obligado a devolver el follow. A menudo son laborales y te encuentras en el aprieto de seguir a alguien solo por responsabilidad. Los excompañeros del instituto, nuestros amigos o los miembros de la familia también forman parte de esta mochila digital que vamos arrastrando. Todos ellos forman parte de los compromisos digitales. Intuimos a la perfección que los contenidos de esa persona no nos interesarán lo más mínimo, que solo le seguimos por corresponder su invitación, pero somos muy conscientes de que nuestro unfollow podría desencadenar la enemistad. ¿La solución? Muchas personas deciden abrirse otra cuenta, más personal y privada, donde seleccionar cuidadosamente a quién seguir y mantener una división entre contactos de ambas cuentas. Pero ¿es lógico actuar así?

Te he dejado de seguir

Nuestra amistad pende de un hilo. Es un hilo invisible, digital y que simboliza nuestra unión. Es frágil y en cualquier momento se podría rasgar. ¿El motivo? Mi disposición a dejarte de seguir. Aunque no te percates al momento, es posible que una app te lo notifique o que quizás un día dejes de verme entre tus seguidores. Es curioso, pero no sabemos digerir que nos dejen de seguir. No obstante, ¿qué atributos depositamos en el unfollow? Hay quien se defiende expresando que es una falta de educación o incluso una falta de respeto. También hay quien formula su disconformidad alegando pedantería. En todo caso, vamos a tener que pensar en argumentar el porqué de nuestra decisión, ya que la pregunta, tarde o temprano, acabará apareciendo. Si bien sabemos diferenciar entre la amistad verdadera de la virtual, aunque popularmente se ha conocido como “amistad” el vínculo que existe entre dos usuarios cuando se solicitan una invitación para seguirse, también deberíamos ser consecuentes con no generar ningún conflicto en el momento en que uno deje de seguir al otro. 

Hablemos en serio de la amistad 

¿Puede ser la amistad concebida en la virtualidad? ¿Se desarrollan las mismas cualidades en la amistad presencial que en la online? Pocos son los estudios que hablan de este nuevo prototipo de amistad, cada vez más latente en nuestra sociedad. Todo parece indicar que la amistad necesita de un aspecto físico que la digitalización actual no proporciona. Se generan diferentes cualidades en la presencialidad: los gestos, la fisonomía, el contacto, la expresión, etc., que son intrínsecos para que aparezca el chispazo de la química que se desarrolla con el otro. Así pues, la tecnología, por mucho metaverso y realidad virtual que intente desarrollar, poco tiene que hacer para aflorar relaciones personales profundas. 

Mi última experiencia

Acabaré explicando una experiencia personal ocurrida en las últimas semanas. Me predispuse a dejar de seguir a un usuario del que no me interesaban lo más mínimo sus publicaciones. Incluso podría decir que me incomodaban sus bailes, en los que experimentaba auténtica vergüenza ajena. Una vez lo dejé de seguir, me escribió por privado y me preguntó el motivo de mi unfollow. Su pregunta me sorprendió y tuve que reflexionar en si manifestarle mi sinceridad. Lo hice. Su respuesta me incordió y me llevó a meditar hasta qué punto seguimos a personas en redes sociales solo para no desencadenar su ira.

La amistad es mucho más que un simple botón donde instalar nuestra inmadurez. 

2 respuestas a “Ya no somos amigos”

  1. Hola Silvia,

    Efectivamente, siempre es mejor ir de cara y expresar que tienes otras motivaciones o intentar hacer un buen uso de tus redes sociales personales.,

    Muchas gracias como siempre por tus comentarios y lectura.

    ¡Un abrazo!

  2. Yo creo que esto nos ocurre a todos y al final es mejor decir la verdad. No me interesa tu contenido y punto. O tu manera de compartir. Pero también hay el miedo a que la otra persona se enfade. O que esté vinculada a medios o personas que puedan interesar.
    Si en la vida real nos apartamos de las personas o situaciones que no nos interesan o son tóxicas, y bien hecho está, hay que aprender a hacer lo mismo en la redes sociales. Sin miedo al qué dirán.
    Me pongo la primera.

    Saludos!